¿De verdad es España, el mayor territorio NI-NI de Europa?
Según el informe Panorama de la Educación 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan son ya en España el 23,7%. En el conjunto de los países de la OCDE, son el 15,8%. La crisis económica tiene mucha culpa de este fenómeno. Entre 2008 y 2010, los jóvenes desocupados y que no están en el sistema educativo experimentaron un crecimiento de siete puntos, lo que supone el incremento más elevado después del que registraron Irlanda y Estonia. La subida media de la OCDE fue mucho más moderada, de 2,1 puntos.
¡Uno de cada cuatro jóvenes españoles son "ni-nis"! Las alarmas, claro, han saltado. Igual que los "ya lo decía yo" neoconservadores y neoliberales, referidos a la blandenguería de la educación moderna, a la pérdida de autoridad en familias y escuelas, a la necesidad de volver a la escuela del mérito y la competitividad, etc.
Recordemos aquel nefasto reality perpetrado por La Sexta a principios del año 2010, titulado "Generación ni-ni", que afortunadamente no duro mucho en pantalla. Según publicaba el diario EL MUNDO por aquellas fechas, el perfil de joven que buscaba la productora para dicho programa era este: "Jóvenes intransigentes, impacientes, intolerantes, carentes de cualquier sentimiento de generosidad, de solidaridad o de gratitud. Chicos y chicas que desconocen los conceptos de sacrificio, honestidad, esfuerzo, responsabilidad, compromiso y superación". Ni-nis, en definitiva. Jamesdeanes poligoneros sin el glamour de los "chicos malos" hollywoodenses.
¿Ningún periodista español se ha fijado en el pequeño detalle de que cuando el informe de la OCDE se refiere al fenómeno de los ni-nis (en su denominación NEETS, neither in education nor employed) lo hace en un apartado en el que se analizan los problemas de transición de la escuela al empleo que sufren las personas jóvenes?
De eso es de lo que hablamos: de jóvenes que no estudian porque en su mayoría han finalizado ya algún ciclo formativo y que no trabajan porque no encuentran empleo, a pesar de buscarlo. De jóvenes que se encuentran en esa tierra de nadie en la que se ha convertido el espacio de la inserción laboral.
Si se quiere ir un poquito más allá del titular fácil y de la aproximación demagógica, recomiendo vívamente la lectura detenida del estudio Desmontando a ni-ni. Un estereotipo juvenil en tiempos de crisis, publicado por el Instituto de la Juventud en 2011. En ese estudio se critica "la imagen deformada de un colectivo juvenil, los “ni-ni”, fuertemente estereotipada, burdamente justificada en una estrepitosa y deficiente lectura de los datos estadísticos de la EPA, comentada frenéticamente por una infinidad de madres y padres, educadores, expertos, sujetos supuestamente protagonistas y, sobre todo, por periodistas, entrevistadores/as de los medios y “tertulianas y tertulianos”".
Para no caer en los mismos errores, lo primero que sehace en ese estudio es caracterizar adecuadamente el objeto de estudio, en los siguientes términos: "El colectivo “ni-ni” estaría integrado por el grupo de personas jóvenes que no estudian ni trabajan, ni lo intentan, que no refieren incapacidad por enfermedad y que no asumen cargas familiares". Así definida, la auténtica dimensión del fenómeno ni-ni se reduce a aproximadamente 136.696 sujetos, lo que representa el 1,73% del total de población entre 16 y 29 años.
"Este dato, al contrario de lo que se ha difundido por los medios de comunicación últimamente, puede parecer escaso en relación al total de la población juvenil, es decir, positivo. En consecuencia, el colectivo “ni-ni” se presenta como grupo muy poco relevante desde un punto de vista poblacional, con el 1,73% de personas jóvenes entre 16 y 29 años. Su perfil demográfico tampoco presenta rasgos específicos que los diferencien claramente en la población general, tan sólo pequeños matices como grupo ligeramente más casado y separado, una ligera mayoría de mujeres, con un poco más de presencia extranjera, mayor número entre 20 y 24 años, con una cierta polarización en los niveles más altos y más bajos de estudios y en paro".
No hay noticia, pues, o si la hay está en otro lado: no en las personas jóvenes que sufren el paro y la precariedad, sino en un sistema económico y productivo incapaz de generar los empleos que esos jóvenes demandan y precisan. Un sistema que NI aprende de los errores del pasado NI parece dispuesto a enmendarlos, pues sigue confiando su futuro en productos de economía-basura como Euro Vegas o Barcelona World.
Gracias amigo! Y siempre la pregunta, que estamos haciendo para seguir excluyendo? O dejar que este sistema siga excluyendo, quedandonos con la ayuda y perdiendo el derecho? Imanol !gracias! Saul !gracias!
ResponderEliminarMuy buen articulo Imanol. Muchas gracias por darnos a conocer con datos cosas que mucho ya sospechamos. Sobretodo los que como yo (26años) lo de ni-ni no solo nos jode, si no que nos inspira una ira homicida sin parangón. Un saludo.
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