Este es un blog escrito desde, en, entre, para y por la Sociología. Incluirá comentarios, noticias, reseñas bibliográficas, documentación y recursos para la formación en Ciencias Sociales.
martes, 14 de diciembre de 2010
Repensar las políticas urbanas
Si te interesa puedes consultar los vídeos de las ponencias y mesas redondas, así como el material de referencia y fotografías del acto en esta dirección. Aquí puedes encontrar, entre otras, mi intervención en vídeo.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Una mirada sobre la cultura urbana
¿De qué cultura estamos hablando? ¿Cultura urbana o cultura en la urbe, en la ciudad? Seguramente la peor forma de empezar una reflexión es cuestionando los conceptos centrales de la misma, pues tal cosa implica el riesgo de despeñarse por la pendiente del debate nominalista. Sin embargo, en este caso es no sólo pertinente sino imprescindible plantearnos esta cuestión desde el principio. No es lo mismo analizar la ciudad desde la perspectiva de la producción de cultura que desde la perspectiva del consumo de cultura. Respecto de lo primero, no hay duda ninguna de que las ciudades, en particular las grandes metrópolis globales, son el escenario privilegiado para la creación cultural, para la generación de abundantes, variados y, sobre todo, novedosos productos culturales. Las ciudades son esas «arenas culturales» de las que habla Richard Morse (1). Esta perspectiva sobre la ciudad se ha encarnado en los últimos tiempos en el concepto de atractividad urbana (2), que ha desplazado el más clásico y reduccionista de competitividad. Los conocidos trabajos de Richard Florida sobre la «clase creativa» urbana y su correlato de las «ciudades creativas», son una buena muestra de ello (3).
(2) ASCHER, François (2008): Les nouveaux compromis urbains. Lexique de la ville plurielle, Editions de l’Aube.
(5) RIZO, Marta (2006): "Conceptos para pensar lo urbano: el abordaje de la ciudad desde la identidad, el habitus y las representaciones sociales", en Bifurcaciones: revista de estudios culturales urbanos, nº 6 http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/558/55800601.pdf.
Ver, por ejemplo: CORNEJO, Inés y BELLON Elizabeth (2001): "Prácticas Culturales de Apropiación Simbólica en el Centro Comercial Santa Fe", en Convergencia, enero-abril, nº 24 http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=10502403; MEYER, José Antonio (2006): "Hábitos, prácticas y consumos culturales en la ciudad de Puebla", en Razón y Palabra, nº 49. http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n49/bienal/Mesa%2010/joseantoniomeyer.pdf.
(6) Es decir, la Comunidad Autónoma de Euskadi, la Comunidad Foral de Navarra y los territorios de Lapurdi (Labourd), Behenafarroa (Basse-Navarre)y Zuberoa (Soule), que conforman el denominado País Vasco francés, Iparralde o Pays Basque.
(8) POSE, Héctor H. (2006): La cultura en las ciudades, Grao, Barcelona.
jueves, 28 de octubre de 2010
Rankings ISI de las Universidades Españolas según Campos Científicos
- Se organiza por campos científicos (12) y no por grandes ramas de conocimiento que diluyen los distintos perfiles de investigación que exhiben las universidades, de manera que pueda captarse mejor en qué especialidades son más activas e influyentes.
- Propone un método de ordenación que sintetiza 6 indicadores bibliométricos de producción e impacto que miden los aspectos cualitativos y cuantitativos de la producción científica de las universidades españolas.
- Emplea como fuente de información las bases de datos de Thomson-Reuters (antiguo ISI) Web of Science y Journal Citation Reports. Dichos productos son una selección de las mejores revistas a nivel mundial y referencia básica de las agencias de evaluación nacionales como CNEAI y ANECA.
- Se utilizan series temporales amplias: un período de diez años (2000-2009) y un período de cinco años (2005-2009). Se intenta con ello dotar de estabilidad a los resultados y de detectar posibles cambios en la actividad científica.
El objetivo principal de estos rankings es descubrir las fortalezas y debilidades del sistema universitario español de investigación en diferentes ámbitos del conocimiento. El ranking ha sido elaborado por miembros de los grupos EC3 y SCI2S de la Universidad de Granada.
http://www.rankinguniversidades.es
La Sociología y la Ciencia Política que se hacen en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea no salen en absoluto mal paradas en este ranking. En el conjunto del periodo 2000-2009 ocupa un digno 9º puesto, de un total de 41 universidades analizadas.
En el periodo 2005-2009 el dato es aún más positivo, situándose en el 6º puesto.
Como se dice en el informe, el objetivo es seguir mejorando.
martes, 19 de octubre de 2010
Día Mundial de la Estadística
[...] La estadística, como disciplina, ha hecho sus progresos más significativos en los últimos doscientos años. Quizá la razón de que tardara tanto en arrancar, cuando la ciencia y las matemáticas habían conseguido ya tantos logros, es que a veces se opone violentamente al instinto. Las estadísticas parecen decir lo contrario que la lógica, sobre todo en lo que se relaciona con patrones, casualidad o coincidencia y resultan frustrantes para quienes anhelan hallar significados. La frase 'El tigre que no está' define bien esos números que parecen decir algo importante pero que pueden ser puramente azarosos, y hay tigres imaginarios en todos los ámbitos de la vida".
[Michael Blastland y Andrew Dilnot, El tigre que no está. Un paseo por la jungla de la estadística, pp. 60-61]
Entrevista al presidente del INE, Jaume García Villar: "El ciudadano quiere que la estadística mida su bienestar". PÚBLICO.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Identidad, sufrimiento y memoria
Segundo, en todos ellos se pude leer abiertamente sobre la catástrofe que sucede cuando la guerra, la dictadura, la represión, la violencia castigan de forma sistemática y brutal grandes partes —o la totalidad— del cuerpo social, ya que, los cuerpos mutilados, torturados, violados, minimizados, silenciados, amenazados.... muertos, aunque individuales en la tragedia personal, se tornan herida colectiva cuando se intenta dotarlos de sentido.
martes, 5 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
Fútbol y sociología
domingo, 26 de septiembre de 2010
Más sobre los científicos y la política
Uno de los datos más destacados es la aceptación generalizada de la propuesta de que las personas que se dedican a la ciencia se impliquen mucho más en la actividad política.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Política y Sociología
La política tiene que ver con aquellas decisiones cuyas consecuencias son incalculables, para las que no hay una respuesta verdadera, sino un acuerdo razonado y respaldado por una mayoría. Hay quienes creen que basta con poder contratar a las mejores agencias de marketing electoral para ganar unas elecciones, que hay un método científico para elegir a los candidatos y hacer los programas. Nada de eso es verdad. Una decisión política se parece más a la apuesta de un emprendedor que a un cálculo matemático. Ningún sociólogo asumiría, por hacer la estimación de un resultado electoral, la misma responsabilidad que asume un arquitecto por la estabilidad de un edificio. No habrá nadie a quien protestar si elegimos al candidato que dice la encuesta y luego no gana. No hay ni una póliza de seguro, ni una empresa que se responsabilice de los perjuicios, son los militantes los que tendrán que pechar con las consecuencias".
José Andrés Torres Mora, "Candidatos, encuestas y brujos", en EL PAÍS.
sábado, 18 de septiembre de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
Informe Mundial sobre las Ciencias Sociales 2010
Según el Informe, las revistas especializadas editadas en América del Norte y Europa Occidental siguen representando el 75% de las publicadas en todo el mundo, y el 85% de las mismas están redactadas total o parcialmente en inglés. La cuarta parte de esas revistas se editan en Estados Unidos, y las dos disciplinas sobre las que se publican más artículos en todo el mundo son la economía y la psicología. Las dos terceras partes de las revistas de ciencias sociales del mundo entero se editan en cuatro países: Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos y Alemania.
El Informe pone también de manifiesto las tendencias contrastadas que se observan en las distintas regiones del mundo. Las ciencias sociales se están desarrollando en países como China, la India y Brasil. En este último país, por ejemplo, el número de investigadores en ciencias sociales se multiplicó prácticamente por tres en el último decenio. En China, el presupuesto dedicado a las ciencias sociales y humanas ha venido aumentando entre un 15% y un 20% anual desde 2003.
A pesar de los desequilibrios existentes en materia de publicaciones e investigadores, la progresión más fuerte del número de artículos publicados se dio en América Latina y Europa. En cambio, las ciencias sociales han experimentado un retroceso importante en la Federación de Rusia y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) desde la desintegración de la Unión Soviética: el número de investigadores ha disminuido, su promedio de edad ha aumentado considerablemente y las universidades rusas tienen muchas dificultades para atraer a los jóvenes con talento. En el África Subsahariana, el 75% de las publicaciones dedicadas a las ciencias sociales emanan de un grupo reducido de universidades ubicadas principalmente en tres países: Sudáfrica, Kenya y Nigeria.
Esta situación explica, en parte, la fuga de cerebros observada en África, aunque esta región no es, por supuesto, la única afectada por este fenómeno. Con respecto a la fuga de cerebros, el informe señala también que en Estados Unidos uno de cada tres doctores en economía y casi uno de cada cinco doctores en ciencias sociales son oriundos de países extranjeros
“Los trabajos de los especialistas en ciencias sociales son de notable calidad y de un gran valor práctico, pero el conocimiento científico de la sociedad, tal como señala el Informe, suele ser el que menos desarrollado está en aquellas partes del mundo donde más perentoriamente se necesita”, dice la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en su prefacio a la publicación. “Asimismo, los esfuerzos realizados en el campo de las ciencias sociales, al tender a concentrarse demasiado en los países de cultura anglosajona y habla inglesa, no dan todos los resultados que cabría esperar. De esta manera, se está desperdiciando la oportunidad de explorar perspectivas y paradigmas arraigados en otras culturas y lenguas”.
“Las ciencias sociales han cobrado una dimensión verdaderamente planetaria porque se enseñan prácticamente en todas las partes del globo y porque los resultados de sus investigaciones son objeto de una amplia difusión”, dice Gudmund Hernes, Presidente del CICS. Al mismo tiempo, señala que han sido objeto de críticas frecuentes por no haber sabido prever acontecimientos tan importantes como la caída del Muro de Berlín en 1989 o la crisis financiera de 2008. No obstante, Hernes estima que “para afrontar los desafíos actuales y futuros y tratar eficazmente los problemas mundiales y locales, es vital contar con más trabajos en ciencias sociales y mejorar su calidad, esto es, tratar de comprender cómo funciona el mundo a partir de las formas de interacción de los seres humanos”.
Con respecto al Informe, en el que se señalan los progresos ya realizados y por realizar, Irina Bokova ha declarado: “Con este documento la UNESCO reitera su compromiso en favor de las ciencias sociales. Nuestra Organización desea establecer un nuevo programa mundial con vistas a promoverlas, en su calidad de instrumentos de inapreciable valor para coadyuvar al progreso hacia los objetivos del desarrollo acordados por la comunidad internacional”.
domingo, 15 de agosto de 2010
El lado oscuro de la sociología
En sus páginas aparecen referenciados cuatro sociólogos protagonistas en diversos grados de tres de los ejemplos de limpieza étnica analizados: Armenia, Alemania y Yugoslavia.
Gökalp, nacido en 1876 en Anatolia, graduado en veterinaria, poeta y profesor de sociología muy influenciado por Durkheim y Tönnies. Fue uno de los más destacados teóricos del nacionalismo turco y rechazó el modelo de la multietnicidad otomana desde un planteamiento organicista que excluía a las minorías de la pertenencia plena a la nación. Mann considera que este proyecto definió la "zona de peligro" que con el tiempo desembocó en el genocidio armenio.
Otto von Ohlendorf, nacido en 1907 cerca de Hannover. Entró en las SA en 1925, siendo estudiante, y en las SS al año siguiente. Después de doctorarse en Derecho se convirtió en sociólogo académico. Creía que las sociedades debían basarse en las razas como "comunidades naturales". A pesar de no compartir la brutalidad alemana con los ucranianos, a partir de 1941 acabó dirigiendo un grupo de exterminio y ordenó la muerte de miles de judeo-bolcheviques, aunque "protestaba si sus hombres disfrutaban con las ejecuciones". Fue juzgado en Nuremberg.
Tomasic, profesor de sociología croata, partidario de la "transferencia negociada" de las minorías serbias y croatas a sus respectivas repúblicas natales como mejor manera de evitar las guerras étnicas.
Zlato Alekovski, nacido en 1960 era étnicamente macedonio pero ciudadano croata, graduado en sociología y especializado en "delincuencia y perversiones". Fue comandante del campo de concentración de Kaornik, "donde a los prisioneros musulmanes los asesinaban, torturaban y usaban como escudos humanos en ataques croatas. Tras la guerra fue juzgado y condenado a sólo siete años de prisión.
El lado oscuro de la sociología... ¿o del nacionalismo?
miércoles, 7 de julio de 2010
Jóvenes construyendo mundos
Estas propuestas pueden ser de diferentes tipos, tales como:
- comunicaciones escritas sobre trabajos o investigaciones aplicadas
- resúmenes de experiencias juveniles o de trabajo con jóvenes
- exposición de proyectos de acción transformadora juvenil
- descripción de buenas prácticas
Se admitirán propuestas en diferentes formatos (texto escrito, video, etc.), pero en todos los casos lo que interesa es que la propuesta vaya acompañada de una reflexión que invite al debate y al contraste de posiciones entre los participantes en los diferentes grupos de trabajo.
Normas para el envío
Todos los interesados en participar deberán enviar un resumen de su propuesta antes del 10 de Julio de 2010 (plazo ampliado), especificando el tipo de aportación que se propone, los objetivos de la misma, el formato en el que se presentaría y el panel que se considera mas apropiado.
Las propuestas incluirán los datos del autor, afiliación, datos de contacto y un breve currículo de 10 líneas.
Se admitirán propuestas tanto en español como en inglés
El comité organizador comunicará a los participantes, antes del 15 de julio, la aceptación de sus propuestas. La aportación definitiva deberá ser enviada antes del 20 de septiembre.
El envío de propuestas se realizará a:
propuestas@construyendomundos.org
miércoles, 23 de junio de 2010
Confianza ciudadana, capital social y diversidad
Imanol Zubero
relación entre la diversidad étnica y los niveles de confianza y capital social de las sociedades.
Basándose en evidencia empírica procedente de una extensa investigación realizada en Estados
Unidos en el año 2000, Putnam concluye que la diversidad tiene, al menos en el medio plazo,
consecuencias negativas para el capital social en su conjunto, al reducir tanto la solidaridad
extra-grupo como la intra-grupo.
En relación al mismo tema, la Universidad del País Vasco ofrece entre sus cursos de verano uno en el que se abordará la misma problemática:
lunes, 24 de mayo de 2010
Críticos y ciudadanos
La Ciencia y la Universidad reivindican el pensamiento crítico
Ante los acontecimientos económicos, políticos y sociales de nuestro país en las últimas semanas, han aflorado voces que ponen en cuestión el papel de los intelectuales en la vida pública española. De hecho, estamos asistiendo a duros ataques y agresivas campañas de desprestigio por el mero hecho de adoptar, públicamente y en el marco de instituciones públicas como la Universidad, posiciones críticas con determinados poderes, en debates sobre nuestro modelo político, económico, institucional o judicial.
La amalgama ideológica liberal-conservadora llevaba ya años intentando relegar el pensamiento crítico al ostracismo, a la inhibición y a la autocensura, abriendo dudas sobre la función social de los intelectuales y tratando de modelar el comportamiento de la ciudadanía en contra de los valores más positivos de una democracia. El debate ideológico parecía haber desaparecido.
La crisis del modelo económico, la decepcionante respuesta política y judicial ante el clamor de las víctimas del franquismo, y el creciente cuestionamiento de la versión oficial de la transición a la democracia, han acentuado aún más la campaña de acoso ante cualquier pensamiento crítico.
Los hombres y las mujeres de la ciencia, parte sustancial del sujeto que denominamos “los intelectuales”, nos hemos instalado en una “neutra” eficiencia profesional olvidando, muchas veces, nuestra ineludible responsabilidad social. La actividad investigadora no puede permanecer encerrada en una torre de marfil, sino que es preciso mirar más allá del propio microscopio y ocuparse de la realidad social en que se asienta el sistema científico.
Nuestra condición intelectual y ética nos exige estar presentes en los debates públicos, en particular en la Universidad y en los centros públicos de investigación, aportando conciencia crítica a los procesos sociales y políticos, venciendo al miedo con la palabra. Es nuestro derecho y nuestra responsabilidad porque en ellos se dirimen principios y valores fundamentales para la convivencia en nuestro país y el futuro del mundo que queremos.
Hacemos ciencia y la difundimos al servicio del nuevo conocimiento y del desarrollo humano de la toda la sociedad.
Desde esas premisas, afirmamos nuestra voluntad de actuar también como conciencia crítica ante el discurso dominante y como vigilantes de las tentaciones involucionistas que afectan al desarrollo de la ciencia, pero también a los derechos democráticos, al pluralismo ideológico efectivo y al imperio de la justicia frente a toda corrupción o discriminación del diferente o marginado.
Para reflexionar conjuntamente sobre esta compleja realidad, te invitamos a suscribir este manifiesto y a participar en el ACTO PUBLICO que celebraremos en el Salón de Actos del CSIC, Serrano 117, el próximo miércoles 9 de junio, a las 18:30 horas. Participarán como ponentes: Federico Mayor Zaragoza (UAM) Reyes Mate (CSIC) Francisco Fernández Buey (Univ. Pompeu Fabra), Jesús Avila (CSIC) Jorge Riechmann (UAM) Bernardo Herradón (CSIC).
domingo, 16 de mayo de 2010
Entrevista a Paul Virilio
Frente a los taumaturgos -aquellos que creen haber hecho milagros, o que aspiran a hacerlos-, especialmente frente a los reyes taumaturgos, Virilio siempre se ha reinvidicado a sí mismo como dramaturgo, como aquel que siempre recuerda que no hay ganancia sin pérdida; vamos que el mundo no es una tómbola, ton-ton-tómbola.
Merece la pena leer a este bufón (en el mejor sentido) ilustrado; a este realista aguafiestas, especialmente ahora, cuando todo -TODO- se nos vende como si fuera un milagro sin efectos secundarios: desde el último gadget tecnológico hasta el más reciente y fotogénico lider político.
Para abrir boca:
- La ciudad sobreexpuesta (1991).
- Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio (1995).
- Las tres bombas de Paul Virilio (1999).
- Una súbita detención de por vida en la prisión temporal del mundo (2000).
- El procedimiento silencio (2000).
- La estética de la desaparición y la ciudad en Paul Virlio (2001).
- (In)comunicación y arquitectura (2005).
- Paul Virilio y la política del miedo (2005).
- Esperar lo inesperado (2007).
«Ser vasco, bretón o chino es luchar contra la gran amnesia que viene»
FERNANDO ITURRIBARRIA Corresponsal PARÍS.
Filósofo y urbanista, Paul Virilio (París, 1932) es co-autor, junto al fotógrafo y cineasta Raymond Depardon, de la exposición 'Tierra Natal, otro lugar comienza aquí' que inaugura la próxima semana el centro de ocio y cultura AlhóndigaBilbao junto a 'Proyecto tierra'. En una cita concertada a dos pasos de la parisiense Fundación Cartier, donde en noviembre de 2008 se estrenó esta muestra itinerante, el ensayista francés explica los entresijos intelectuales de su trabajo.
«Es una instalación que habla del problema del exilio, del éxodo y de la globalización», indica al presentar su reflexión visual sobre el impacto en las nociones de arraigo, desarraigo e identidad del mayor movimiento migratorio en los anales de la Humanidad. «Cerca de mil millones de personas van a desplazarse antes de mediados de siglo: refugiados políticos y climáticos, fenómenos de deslocalización y externalización... Es una movilidad social sin referentes en la historia que puede ser permanente a causa de la globalización», expone.
- ¿Es un nuevo nomadismo?
- Sí. Porque la instantaneidad de la comunicación y de la interactividad tiende a compensar o reemplazar la inercia del lugar. Hemos entrado en una época de fijación. Nuestras sociedades no se comprenden sin el sedentarismo. Vamos hacia la ultra-ciudad, la ciudad más allá de la ciudad.
- Explíquese.
- Estamos asistiendo a un cambio de la vida sedentaria. Sedentario es el que en todas partes está en su casa. Con el portátil, el GPS y los ordenadores, la ciudad está en él. En los siglos XIX y XX, la ciudad estaba en su casa a través de la radio y la información. Ahora está sobre él. Es la revolución del llevar. Llevamos la ciudad a cuestas. Los útiles de comunicación hacen que en todas partes estemos en casa: en el ascensor, en el AVE, en el avión...
Centros de la globalización
- ¿La ciudad también cambia?
- Se da un desplazamiento del centro urbano tradicional, donde estaban el ayuntamiento y la plaza de la catedral, a un centro que es un lugar de ruptura entre movimientos: la estación, el puerto y el aeropuerto. Lo que se llama las plataformas multimodales, donde se intercambian los flujos. Son los centros urbanos de la globalización.
- ¿El futuro será nómada?
- No es nomadismo, es una nueva vida sedentaria. Reinventamos un nuevo tipo de éxodo. El éxodo bíblico era lineal, desde un lugar hasta la tierra prometida. Hoy se está inventando el éxodo en circuito cerrado. En círculo. La cuestión de la identidad, ya sea nacional, política o cultural, se está volviendo híbrida. Es una especie de turismo de la identidad. De hecho, a los turistas yo los pongo en el mismo lado de los refugiados. Con la nube volcánica acabamos de inventar los refugiados turísticos, bloqueados días y días en los aeropuertos.
- ¿Quiénes son los nómadas?
- El hombre que lleva la ciudad a cuestas no es un nómada. El verdadero nómada es el sin techo. El sedentario vive en un tránsito permanente. Hay que tenerlo en cuenta para desconfiar porque al final está la posibilidad de la exterminación. Detrás de los fenómenos de externalización, deslocalización como se dice ahora,hay una gran amenaza sobre la perennidad de nuestras civilizaciones y culturas. La externalización puede volverse un exterminio por pérdida de la identidad, de la memoria y del saber.
- ¿Ese mensaje cobra un significado especial en el País Vasco?
- Claro. El interés de esta exposición es que tiene dos caras. Raymond Depardon ofrece la cara del arraigo y la tierra natal, la más primitiva. Por el otro lado está el desarraigo, con la modernidad y la velocidad de los transportes y las telecomunicaciones. La gran amenaza. Es una exposición polémica y paradójica. Presentamos una enorme cuestión histórica. Pasamos del almacén estático de los pueblos sedentarios al almacén dinámico de los pueblos en movimiento permanente. Esto plantea numerosas preguntas sobre la identidad, una enorme interrogación.
- Entonces, ¿qué es ser vasco en este mundo en tránsito?
- Ser vasco, o bretón como mi madre, plantea la cuestión de la memoria. Somos una memoria, no solamente un presente y un futuro. La aceleración de la información, su inmediatez, ubicuidad e instantaneidad, cuestionan la memoria. Vivimos el instante presente y corremos el riesgo de perder la memoria histórica. Hemos pasado en el siglo XX de la aceleración de la historia a la aceleración de la realidad. La memoria está amenazada. Ser vasco, bretón o chino es luchar contra la gran amnesia que viene, el alzhéimer de las civilizaciones, la pérdida de la historia. La amenaza a la identidad es la amenaza a la memoria del mundo.
- ¿El terrorismo es una respuesta?
- El conflicto de civilizaciones es un signo patológico del temor a ser absorbido en una globalización sin pasado, un síntoma de la inquietud a perder la memoria. Es verdad tanto para el islam como para el terrorismo vasco u otros. Hay la aprensión a la pérdida del origen. Pero hoy el gran miedo es ecosistémico, no sólo ecológico.
- Precisamente, la exposición fue presentada en Copenhague durante la cumbre de la ONU sobre el cambio climático. ¿En su fracaso tuvo algo que ver el catastrofismo?
- Yo no soy catastrofista por hablar de catástrofes. Como no se es pederasta por hablar de pederastia. Lo que ocurre es que la globalización inmediata e instantánea es un acontecimiento singular que merece una inteligencia nueva. No se hará el siglo XXI con las ideas del XIX: Marx, Freud, Darwin. Hay que hacer frente a la globalidad porque es una amenaza totalitaria.
- ¿Cómo los totalitarismos del siglo XX?
-No. Aquellos eran totalitarismos locales: el fascismo, el nazismo, el estalinismo o el maoísmo. Ahora se trata de un globaritarismo. Tras esa singularidad hay una gran amenaza de una opresión incomparable con la de los tiranos ya conocidos. Es lo que anuncian las técnicas de control de la población, la televigilancia, el chip-subcutáneo desde el nacimiento...
- ¿Solución?
-Hay que ser 'revelacionario'. No revolucionario. Entramos en la época de la revelación. No en el sentido apocalíptico de fin del mundo. Soy un hombre pleno de esperanza. No creo en el fin de la historia. Pero la singularidad de que se habite el mundo entero, por primera vez instantáneamente, es un acontecimiento revelacionario. Supone una inteligencia nueva. Exige una universidad nueva para un pensamiento nuevo.
miércoles, 28 de abril de 2010
Los valores de Europa
El estudio compara los valores de los europeos en diversos ámbitos de carácter público (como la política o la economía) y privado (como la ética, la religión y la familia).
Los resultados del estudio muestran un alto consenso respecto a valores políricos y económicos, como la economía de mercado o el estado de Bienestar, mientras que los valores éticos, religiosos y familiares marcan grandes diferencias entre los distintos países.
Disponemos tanto de un completo resumen de datos como de una extensa nota de prensa.
Los medios de comunicación de nuestro país se han hecho eco muy especialmente del dato que informa de la mayor tolerancia de la sociedad española ante la exhibición de símbolos religiosos cristianos en las aulas que de símbolos de otras tradiciones.
Ficha técnica
Universo: En cada país, población general de 15 años y más.
Método: Encuesta administrada cara a cara en el hogar del entrevistado
Tamaño y distribución de la muestra: 1.500 casos en cada uno de los 14 países analizados (Alemania, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía).
Distribución muestral polietápica estratificada por la intersección de región (clasificación NUTS o equivalente)/tamaño de hábitat, con sorteo de unidades primarias. Selección del individuo realizada por el método del último cumpleaños.
Error de muestreo: El error muestral estimado con un nivel de confianza del 95.5% y en el caso más desfavorable (p=q=0,5) es de ± 2.6%.
La encuesta ha sido coordinada por Ipsos. Los trabajos de campo han sido llevados a cabo entre noviembre y diciembre de 2009.
lunes, 26 de abril de 2010
La política y la ciencia
José Manuel Sánchez Ron publicaba el pasado día 24 en BABELIA una reseña del libro Física para futuros presidentes. Con buen criterio, Sánchez Ron ensalza la figura de los (escasos) gobernantes y políticos ilustrados en materias científicas que en el mundo han sido, citando a Franklin y a Napoleón; y con no tan buen criterio lamenta su ausencia en la actualidad: "Francamente, no veo muchos estadistas de este tipo en la actualidad. Y sí muchos maniobreros de la política, personas en cuya biografía no es posible descubrir más que el esfuerzo temprano y continuado por sobresalir en la arena política. Su carrera, su profesión, es la política". ¿Podría uno igualmente lamentar la abundante existencia de "maniobreros de la academia, personas en cuya biografía no es posible descubrir más que el esfuerzo temprano y continuado por sobresalir en la arena académica"? Podría, claro que sí; y al hacerlo estaría lamentando la escasez de mujeres y hombres de ciencia con vocación de intervención política. Pero lamento contra lamento, seguiríamos estando igualmente alejados de la necesaria religación entre política y ciencia.
En este sentido, resulta de interés el artículo de Emilia Barbu y Marie Lavoie "A Parliamentary Career for Scientists and Engineers", publicado en la Canadian Parliamentary Review, donde examinan las razones de la escasa presencia en el Parlamento de Canadá de personas con formación en ciencias físicas y naturales. Dada la creciente relevancia que las cuestiones científicas tienen en muchas decisiones políticas (energía, cambio climático, transgénicos, aborto, eutanasia, pandemias...) resulta fundamental superar la distancia que aún hoy existe entre el conocimiento científico y la práctica política.
En este caso, las investigadoras canadienses se interrogan sobre los motivos por los que la comunidad científica muestra tan poco interés por la vida parlamentaria. Entre estos motivos destacan dos: a) la distinta y no facilmente conciliable temporalidad de las carreras parlamentaria (sometida a los plazos cortos, apresurados e imprevisibles de la política) e investigadora (caracterizada por los plazos largos, escalonada y previsible); b) el colectivismo organizado de la actividad parlamentaria (sometida a decisiones de los partidos) frente a la actividad relativamente autónoma de los investigadores.
De cualquier manera, Lavoie y Barbu consideran que las universidades y las organizaciones profesionales que agrupan a científicos e ingenieros pueden hacer mucho por incentivar entre los investigadores el interés por participar en política. Y ponen como ejemplo el programa Bridging Government and Engineers, orientado a comprometer a los ingenieros en la actividad política.
martes, 13 de abril de 2010
Aires nuevos en la demoscopia oficial vasca
domingo, 11 de abril de 2010
Durkheim, Weber, Töennies y el inspector Fabel
Por cierto: premio a quien identifique esa supuesta Tesis sobre la normalidad del delito de Durkheim. ¿Qué cuál es el premio? Un libro. Va en serio.
Timo encontró el libro tirado en un contenedor cerca de la universidad, detrás de una casa que estaban reformando. Era un libro académico, un ejemplar viejo,y en la cubierta había roña del contenedor, pero era parecido al que tenía, el que había vendido junto a tantas otras de sus pertenencias. Se lo leyó por primera vez cuando todavía estudiaba filosofía en la Universidad de Hamburgo. Era Las reglas del método sociológico, de Émile Durkheim: un tratado sobre el orden social y la necesidad de estructuras y formas para guiar el comportamiento. Durkheim estaba considerado el padre de la socología, pero Timo pensó con ironía que habria sido mucho más adecuado, teniendo en cuenta su situación actual, que se hubiera encontrado su siguiente obra: Tesis sobre la normalidad del delito.
Timo se estremeció dentro de su poco apropiada cazadora y se apoyó en la pared, mientras miraba hacia la tienda que había al otro lado de la calle. Empezaba a oscurecer y las luces del establecimiento se encendieron, convirtiendo sus escaparates en cálidas brasas en la noche de enero. Timo trató de leer una página más, pero la luz era demasiado escasa. Suspiró. Aquel libro era un fragmento de su pasado que había caído en su presente de forma inesperada y espontánea. Mirarlo le dolía: era un recuerdo de una época en la que tuvo esperanza, en que su mente era aguda, clara y organizada. Un tiempopasado. Como para devolverlo a la realidad de su vida actual, el dolor persistente de sus intestinos se agudizó y los temblores que le retorcían el cuerpo dejaron de ser provocados sólo por el frío del anochecer. Cerró el libro. No se lo podía llevar, pero no quería dejarlo atrás. No quería dejar su pasado atrás.
Max Weber, Ferdinand Tönnies y Émile Durkheim habían sido el centro de los estudios de Timo. La teoría del monopolio de la violencia por parte del Estado de Max Weber había sido la base de su tesis. O, al menos, de la tesis que empezó.
La tienda estaba demasiado llena de clientes, tendría que esperar. El frío parecía penetrarle por la carne y calarlo hasta los huesos. La hipótesis de Weber era que sólo los órganos del Estado, la Policía y el Ejército, han de tener derecho a utilizar la fuerza física; de lo contrario, la anarquía reinaría y el Estado sería insostenible. Timo habá planeado postular, en su tesis, que un monopolio tal también podría resultar destructivo para la nación, como en el caso de los nazis.
Un hombre con traje y corbata salió de la tienda, hablando por el móvil, seguido de una pareja mayor. El dolor y la ansiedad que ardían en los intestinos de Timo se agudizaron. Metió la mano en el bolsillo de su cazadora y apretó los dedos alrededor del acero frío y duro.
Timo también había concebido que su tesis compensara este argumento con una discusión sobre Estados Unidos, donde la Constitución permite expresamente a los ciudadanos llevar armas y, por tanto, disponer de un medio de fuerza física independiente; denegando en consecuencia al Estado el monopolio de la misma. En cambio, Estados Unidos existía y era una nación próspera.
Miró al otro lado de la calle. Un coche aparcó y una mujer entró corriendo en la tienda. Al cabo de unos momentos volvió a salir con una bolsa y se marcó en el coche. Timo sintió una punzada de algo distinto a la ansiedad de su cuerpo: era su tristeza, su duelo por su yo pasado, el estudiante de filosofía de ojos claros, disciplinado y organizado, que tenía el mundo a sus pies. Pero eso había pasado. Eso fue antes de las drogas.
Salió de la sombra de la esquina, con los estrechos hombros encogidos para protegerse del frío, y avanzó hacia la tienda mientras con los dedos sostenía con fuerza la pistola de su bolsillo.
domingo, 4 de abril de 2010
Teoría Crítica
viernes, 19 de marzo de 2010
¿De qué clase de clase media hablamos?
Los años de la postguerra han visto constituirse un compromiso social más bien favorable a los trabajadores. Desde los años 1970 y con la aparición de lo se ha llamado “capitalismo financiero” o “mundializado”, la situación del trabajador se ha transformado radicalmente. El economista Daniel Cohen da un ejemplo muy clarificador de ello. Según él, en un par de zapatos vendidos actualmente a 47 euros, 1,33 euros van a los trabajadores. Quedan 22 euros que sirven para pagar la concepción, los 23 euros restantes financian la distribución del objeto. Se ve claramente que la fase de producción ha llegado a ser accesoria. Son los trabajadores quienes pagan los platos rotos de esta nueva situación".
El mundo se está desoccidentalizando a marchas forzadas, según expresión de Javier Solana, utilizada hace pocos días en Barcelona, en su primera conferencia como presidente del Centro para la Economía Global y la Geopolítica de ESADE. Y nos estamos conformando ya al desplazamiento de su centro de gravedad. El problema es saber si nos vamos a conformar también a que nuestros valores queden diluidos o devaluados. De cómo encaren las clases medias chinas, indias y brasileñas su relación con las libertades individuales y la democracia parlamentaria dependerá en buena parte el futuro de las libertades y de la democracia en el mundo. Nada menos".
sábado, 27 de febrero de 2010
El político y el científico (social)
Se encierra en Ciudad Real con sociólogos durante seis horas para «escuchar» sus recetas
Me ha gustado leer hoy en EL MUNDO este titular. La crónica se refiere al encuentro celebrado ayer por Mariano Rajoy con un extenso grupo de expertos "para conocer el verdadero impacto social de la crisis". El diario cita a algunos de estos expertos:
"Libreta en mano, Rajoy se sentó al pie del estrado, entre los 40 participantes del foro popular, a tomar apuntes de, entre otros, las ponencias del sociólogo Víctor Pérez Díaz; del director del gabinete de estudios del BBVA, José Luis Escrivá; de las reflexiones del director de FEDEA, Pablo Vázquez; de la decana de la UNED, Elisa Chuliá -sobre el presente y el futuro de los jóvenes-; del catedrático de economía de la universidad estadounidense de San Luis, Michele Boldrino, sobre las tendencias demográficas, y del ex secretario general de empleo, Juan Chozas, autor, éste último, de un estudio sobre el dudoso futuro del estado del bienestar, coordinado por Rodrigo Rato".
Lo que me ha llamado la atención es la denominación de "sociólogos" con la que el periódico se refiere a este conjunto de expertas y expertos, cuando entre las personas citadas sólo dos lo son: Elisa Chuliá y Víctor Pérez Díaz.
Cuando tanto nos preocupa -con razón- la falta de visibilidad social de nuestra profesión resulta reconfortante comprobar que, a pesar de todo, es en las y los sociólogos en quienes se piensa cuando de realizar diagnósticos sociales se trata.
¿Cuál es nuestra particular pericia como profesionales de las ciencias sociales? No dar "recetas", pero sí convertir problemas sociales en problemas sociológicos, es decir, en cuestiones que pueden ser abordadas como objetos de investigación y abordadas, por tanto, desde la lógica del método científico. Que no es poco.
domingo, 14 de febrero de 2010
Clausura del VIII Congreso Vasco de Sociología y Ciencia Política
Reproduzco ahora, aproximadamente, las palabras con las que, en mi papel de Presidente de la Asociación Vasca de Sociología y Ciencia Política, cerré el Congreso. Sólo para que el agradecimiento no se quede entre las paredes de la sala donde fueron pronunciadas...
Eskerrik asko, Mª Ángeles, oso interesgarria izan da zure hitzaldia. Ha sido muy interesante y seguro que si diéramos la oportunidad serían muchas las personas que plantearían preguntas y comentarios al respecto. Pero de lo que se trata ahora es de clausurar el VIII Congreso Vasco de Sociología y Ciencia Política. Además, en julio volverás seguramente por aquí y entonces sí tendremos ocasión para hablar largo y tendido. Oso laburki, orduan; hau ez da Kongresuen ebaluazioa egiteko edo ondorioak ateratzeko tertzioa; edo gutxienez hau ez da nire asmoa. Hurrengo egunetan egingo dugu hori. Gaurko aukera hau erbiliko dut, batez ere, eskerrak emoteko.
- Quiero dar las gracias en primer lugar a todas las personas que habéis participado en este Congreso, tanto asistentes como comunicantes: más de 300. Habéis sido el oxígeno del Congreso; y cuando veíamos cómo iban progresando las inscripciones, también nos habéis dado oxígeno a los organizadores.
- Gracias también a todas las personas que habéis cumplido, con creces, la imprescindible labor de coordinación de los 20 grupos de trabajo, Habéis sido la columna vertebral de este Congreso.
- Por supuesto, gracias a las compañeras y compañeros de la Junta de la Asociación Vasca de Sociología y Ciencia Política -Patricia, Elena, los dos Gorkas, Beatriz, Raquel y Marije- que habéis demostrado, entre otras muchas cosas, que no hace falta un Presidente para empezar con buen pie un Congreso. Habeis sido cabeza, ojos y manos de una compleja organización.
- Gracias a las entidades e instituciones que nos han apoyado: Emakunde, Eustat, Ayuntamiento de Bilbao, EITB, Universidad de Deusto, UPV; y en esta última, gracias no sólo a los dos departamentos de Sociología y al de Ciencia Política, sino a otros que han soportado, no sé si con afecto o con asombro, nuestras incursiones a la busca y captura de cañones y proyectores.
Aprovecho para hacer una reflexión:
Seguramente organizar un Congreso es como moverse por un campo minado. Es muy fácil quedar mal con mucha gente. Desde aquella persona cuya comunicación, preparada con cariño y esfuerzo y enviada a tiempo, sin embargo por error no aparece recogida en el libro de resúmenes o en el CD de comunicaciones; hasta aquella otra que siente que debía haber sido tenida en cuenta o consultada en determinadas tareas, y no lo ha sido. Pido disculpas por todo esto.
Sin embargo, quiero pensar que este Congreso nos ha servido para mostrarnos como lo que, por otra parte, siempre hemos sido: una Asociación abierta que busca integrar ámbitos disciplinarios, universidades, departamentos, y ponerse al servicio de las y los profesionales de la Sociología y la Ciencia Política, estén donde estén. Espero que de verdad haya sido así y que en el futuro podamos avanzar en esta vocación. Esopecialmente confío en que sepamos profundizar en nuestra relación con dos secores a los que nos hemos querido abrir en este Congreso, el Tercer Sector y el personal técnico de la adminiustración local.
No puedo terminar si algunos agradecimientos más:
A María Silvestre, Amaia Alonso, Marisa Setién y Xabier Aierdi, aquí presentes, que han dirigido esta Asociació antes que yo, y a todas las peronas que formaron parte de sus respectivas juntas directivas. A Izpiñe, que es quien en última instancia tiene que comerse los marrones derivados de la organización de estos actos. A todas las socias y socios de la Asociación, a quienes hemos pedido un esfuerzo extraordinario, y que han respondido muy positivamente al mismo. Y a las cuatro que ya saben: Amaia, Lucía, Izaskun y Jezabel, por todo el trabajo que han realizado.
Y ahora sí termino. Os recuerdo que el próximo 4 de marzo celebraremos la Asamblea General Ordinaria de la Asociación; a ver si nos vemos algunos más de lo que suele ser habitual.
Nos vemos en el IX Congreso. Que, por otra parte, tal vez sea antes de lo que esperamos. Pero por ahora hasta aquí puedo leer.
Muchas gracias.
domingo, 31 de enero de 2010
Entrevista a Edgar Morin
domingo, 17 de enero de 2010
Un borracho que resulta ser profesor de Sociología
jueves, 7 de enero de 2010
Las dimensiones sociales de la ciudad
Es sólo el último ejemplo de conflicto social urbano. Me sirve para presentar un libro que acaba de publicar la Universidad del País Vasco: LAS DIMENSIONES SOCIALES DE LA CIUDAD. Incluyo el texto de cierre redactado por mí. Espero que os resulte interesante. El libro.
Como señala Víctor Urrutia en la introducción a este libro, la ciudad ha sido objeto de reflexión permanente en las ciencias sociales. Tanto es así que la Sociología sólo puede entenderse como una ciencia social tan propia de la sociedad industrial como radicalmente urbana. Una buena parte de los grandes sociólogos clásicos han sido, cada uno a su manera, sociólogos urbanos. Pensemos en Halbwachs y sus estudios de morfología social o en Tönnies y su continuum comunidad-asociación; en Sombart, en Weber y, por descontado, en Simmel; pensemos en Durkheim y sus reflexiones sobre la densidad social. Incluso Marx destaca en el Manifiesto la creciente urbanización del mundo como una de las características revolucionarias de la burguesía, aplaudiendo el hecho de que al someter el campo al imperio de la ciudad arranque “a una parte considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural”.
Seguramente es cierto que hoy vivimos “el eclipse de la idea de sociedad”.[1] Eclipse que, por cierto, no se identifica con aquel interesado réquiem funeral proclamado en 1987 por Margaret Thatcher: “La sociedad no existe. Sólo existen los individuos, hombres y mujeres, y las familias”. Se trata, más bien, del eclipse de una determinada idea de sociedad: aquella que pensaba la sociedad como totalidad coherente y organizada. Es la crisis de una sociedad sólida, con todas sus instituciones explosionando, saltando literalmente por los aires (ya sea en el espacio global, como el estado o el mercado, ya en el espacio virtual, como la cultura o la comunicación) o implosionando, volviéndose hacia dentro (como las identidades, las religiones o las ideologías, desmenuzadas hasta el infinito).
El eclipse de esta idea de sociedad ha afectado, como no podía ser de otra manera, a la Sociología, que de pronto parecía haberse quedado sin objeto. Fragmentada en una miríada de oficios especializados –en la asistencia social, los recursos humanos, el marketing, la administración pública, la demoscopia...- o dedicada a la conversación con toda suerte de sujetos híbridos, espinosos o multitudinarios que pueblan “el desierto de lo real”, lo cierto es que la Sociología atraviesa una fuerte crisis de identidad. Como advierten Dubet y Martuccelli, “no se puede renunciar a la idea de sociedad ya que la construcción de una representación de la vida social es parte de la vocación de una sociología que no quiera correr el riesgo de caer en la «insignificancia»”.[2] Otra cosa es que esa imprescindible idea de sociedad deberá necesariamente renunciar a cualquier pretensión totalizante.
En el epílogo de su libro El futuro de la sociedad, William Outhwaite reproduce el siguiente intercambio anónimo de grafitis: “– Dios ha muerto. – No, está vivo y goza de buena salud, sólo que está trabajando en un proyecto menos ambicioso”. Outhwaite considera que algo similar cabría decirse de nuestra concepción de la sociedad a principios del siglo XXI.[3] Tal vez podamos empezar a definir ese proyecto menos ambicioso al que dedicarnos acordando que hoy el nuevo nombre de la sociedad es ciudad.
La sociedad sigue existiendo, claro que sí, por más que le pese al neoliberalismo rampante. Y con la sociedad, las cuestiones sociales. Las de siempre –desigualdad, explotación, discriminación, violencia...- y otras nuevas: crisis del proyecto desarrollista, sostenibilidad, migraciones... Cuestiones, todas ellas, que se manifiestan en toda su compleja intensidad en los espacios urbanos, “laboratorio social por excelencia” (Park), cierto, pero también “vertederos para los problemas creados y no resueltos en el espacio global”.[4]
En adelante, cada vez más, la Sociología va a ser una ciencia social urbana, de la ciudad, en la ciudad y para la ciudad. Según las previsiones del Fondo de Población de Naciones Unidas, en 2008 más de la mitad de la población del planeta estaba viviendo en una ciudad.[5] En un proceso que califica de imparable -cada semana se suman 1,2 millones de nuevos "urbanos"-, el total de individuos que vive en ciudades pasará de 2.840 millones, en 2000, a 4.900 millones en 2030. Las regiones en desarrollo representarán el 93 por ciento de este aumento, y sólo entre Asia y África acumularán más del 80 por ciento del incremento de la población urbana mundial.
Al poner punto final a este libro, recuerdo las palabras con las que Jane Jacobs cerraba su Muerte y vida de las grandes ciudades americanas, allá por 1961: “Quizá sea romántico buscar la salvación o la curación de los males de la sociedad en unas «cercanías» rústicas y con espaciados ritmos de movimiento, o bien en medio del ambiente inocente y sano de las provincias (en caso de que exista tal ambiente); pero lo seguro es que perderemos el tiempo”.[6] Perdemos el tiempo, en primer lugar, porque los males de la sociedad (pero también los “bienes”) son males urbanos, y será en la ciudad donde debemos buscar y plantear su solución.
Hoy, cuando ya todo el mundo empieza a ser ciudad, es en la ciudad y no fuera de ella donde debemos buscar las soluciones a los problemas sociales. Fuera de la ciudad no hay salvación, o cuando menos salvación generalizada, democrática e igualitaria, para todas y para todos, y no solo para quienes puedan costearse salvaciones privadas en esos “paraísos de mal” que el neoliberalismo sueña en una borrachera de arquitectura monumentaria, de artificialización de la naturaleza, de consumismo conspicuo y de obsesión securitaria.[7]
Pero Jacobs no concluía su libro con esa reflexión haciendo un mero ejercicio de necesidad, sino también de virtud: “¿Supone por fortuna alguien que en la vida real las respuestas y soluciones a las grandes cuestiones que nos preocupan pueden venir de aglomeraciones o asentamientos homogéneos?”, se preguntaba. Es de la diversidad urbana de donde van a surgir las respuestas a los problemas que afronta la humanidad en el siglo XXI. Respirar el aire de la ciudad –con su inmensa variedad de aromas- es lo que puede volver a hacernos libres. Para esa tarea no nos sirve ya la sociología de la modernidad, tan sólida que se ha quedado agarrotada; la sociología postmoderna, más que líquida, parece gaseosa. ¿Y qué hay de una perspectiva hipermoderna?
François Ascher ha teorizado sobre la que denomina ciudad hipermoderna o metápolis, considerada como “un espacio necesariamente distendido, discontinuo, heterogéneo y polinuclear”. Y continua: “Esta ciudad hipermoderna no será el regreso a una ciudad europea más o menos mítica. Será una ciudad diversa, hecha de espacios y de modos de vida variados. El desafío político de la «gobernanza urbana» es conseguir que coexistan estas múltiples urbanidades”.[8]¿En esas estamos? Puede ser una excelente cuestión para continuar la conversación iniciada en las jornadas de Bilbao fruto de las cuales es este libro.
[1] F. Dubet y D. Martuccelli, ¿En qué sociedad vivimos?, Losada, Buenos Aires 1999, p. 11.
[2] Dubet y Martuccelli, op. cit., p. 16.
[3] W. Outhwaite, El futuro de la sociedad, Amorrortu, Buenos Aires 2008, p. 189.
[4] Z. Bauman, Confianza y temor en la ciudad, Arcadia, Barcelona 2006, p. 64.
[5] http://www.rlc.fao.org/es/agricultura/aup/pdf/pobla.pdf
[6] J. Jacobs, Muerte y vida de las grandes ciudades, Península, Barcelona 1967, p. 468.
[7] M. Davis and D.B. Monk (eds.), Evil paradises. Dreamworlds of neoliberalism, The New Press, New York 2007.
[8] F. Ascher, Diario de un hipermoderno, Alianza, Madrid 2009, p. 143.