domingo, 12 de junio de 2011

Semprún, clandestinidad y sociología

Hemingway no quería periodistas en su entorno. Domingo me había presentado bajo uno de mis falsos apellidos de la clandestinidad: Larrea. Me hubiera gustado explicarle a Hemingway por qué había elegido ese nombre falso. Era bastante literario, le habría divertido. Pero no podía decirle que era un nombre falso, desde luego. Domingo había dicho que yo era sociólogo, que estaba preparando las oposiciones a una cátedra en la universidad de Madrid.
Pero no debía tener aires de sociólogo, o tal vez Hemingway desconfiara tanto de los sociólogos como de los periodistas. En todo caso, no parecía tranquilizarle que fuera sociólogo. Me miraba con aire circunspecto. Hasta el momento en que le hice reir recordándole la definición de sociología de José Bergamín: "Una ciencia vaga sin domicilio reconocido".



Jorge Semprún, Federico Sánchez se despide de ustedes, Tusquets, 1993

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