lunes, 21 de marzo de 2016

Call for papers: De la crisis de los refugiados/as, a la crisis de Europa


MONOGRÁFICO, DOCUMENTACIÓN SOCIAL

Marzo, 2016

LLAMADO A RESÚMENES/ CALL FOR PAPERS

TÍTULO: DE LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS/AS, A LA CRISIS DE EUROPA

Coordinadores: Almudena Cortés y Alessandro Forina (UCM)

 
La crisis humanitaria vivida por la población refugiada que trata de llegar a Europa nos ha mostrado la imagen de una Europa fortaleza, insensible y preocupada por profundizar los principios de ,seguridad en su política migratoria, por encima de la protección de los Derechos Humanos de la población migrante y refugiada que trata de llegar a sus puertas. Según ACNUR, a finales de 2014 la cifra de personas que se han visto forzadas a vivir fuera de sus países a causa de la violencia, guerras y violación de sus Derechos Humanos, alcanzó la cifra de 59,5 millones de personas, la más elevada desde la IIGM. De esta cifra, 19,5 millones de personas eran refugiadas (14,4 millones, bajo el mandato de ACNUR y 5, 1 millones de refugiados palestinos registrados por UNRWA), 38,2 millones eran víctimas de desplazamiento interno, y casi 1,8 millones aguardaban la resolución de su solicitud de protección internacional, Según ACNUR, los principales países de procedencia son Palestina, Siria -con 4 millones de refugiados y 7,6 millones de desplazados-, Afganistán (2,59 millones), Somalia (1,11 millones), Irak, y finalmente, Ucrania (más de 800,000 desplazados y 271.200 solicitudes de asilo en Rusia).

Frente a la idea de que la UE es el principal contexto receptor de población refugiada, a finales de 2013, los países en desarrollo acogían al 86% de las personas refugiadas en el mundo, frente al 70% de hace diez años. Se trata del valor más elevado desde hace más de dos décadas, De hecho, ,en 2014, la cifra de personas que pidieron asilo en los 44 países más industrializados alcanzó la cuota más elevada de las dos últimas décadas, con un total de 866,000 solicitantes y un aumento del 45% respecto a 2013, El 60% se concentró en Alemania, Suecia, EEUU, Turquía, Italia y Francia, En el caso de España, ésta apenas atendió en 2014 al 0,95% de las 625.000 personas que solicitaron asilo en la Unión Europea y, aunque brindó alguna de las formas de protección internacional a 1,585, esta contribución es a todas luces insuficiente. La mayoría de los refugiados viven en- los países próximos a los que han tenido que abandonar, con la esperanza de regresar lo antes posible. Esto significa, por ejemplo, que Turquía es el país que más refugiados ha recibido en el mundo en el año 2015 (2,5 millones), seguido de Pakistán,
Líbano, República Islámica de Irán, Etiopía y Jordania. Por su parte, África
subsahariana ha recibido un cuarto de los refugiados del mundo. En contraste, solo el 15% de los refugiados en el mundo, son recibidos por el bloque formado por Europa, los Estados Unidos, Canadá y Australia.

Así, la sociedad civil europea observa con perplejidad y dolor, cómo el Mediterráneo se ha convertido en una inmensa fosa común: sólo en 2014, 3.500 personas migrantes y refugiadas murieron ahogadas al intentar llegar a territorio europeo. Mientras que el número de muertos a las puertas de Europa, aumenta paulatinamente, ésta no hace más que blindar sus fronteras ante un "enemigo imaginario". Los accesos a través de los 42.000 km de costa, los 9.000 km terrestres y los 300 aeropuertos internacionales, son
"defendidos" mediante la proliferación de dispositivos de control fronterizo (sistema de vallas, uso de buques, vehículos de patrulla, drones, helicópteros, radares, detectores de visión nocturna y/ o detectores de latidos de corazón). El presupuesto asignado a la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación operativa de las Fronteras Europeas (FRONTEX), no hace más que aumentar, ya que ha pasado de 19 millones de euros en el año 2006, a 114 millones en 2015. Estas inversiones no sólo se destinan a dispositivos específicos de control, sino que también se destinan a terceros países de
"acogida", como el caso de Turquía, que ha recibido de la UE 3000 millones de euros para la "contención" de los refugiados sirios e 'iraquíes. Es decir, la UE privilegia una política de seguridad por encima de un enfoque de Derechos Humanos, al establecer sistemáticamente políticas restrictivas de visados, la construcción de vallas y muros, controles militarizados de tierra, mar y aire por FRONTEX, retorno forzado a los países de origen mediante la firma de Convenios de readmisión y la subcontratación del control de la migración a estados no democráticos a cambio de pagos de dinero. Europa tiene un objetivo claro: impedir que la población refugiada y migrante llegue a su
territorio. Y todas estas medidas no hacen más que forzar a la población migrante y refugiada a tomar las rutas más peligrosas y pagar cada vez más elevadas sumas de dinero para llegar a Europa.

Asistimos por tanto, a un esfuerzo denodado por fortalecer las fronteras exteriores, con importantes consecuencias para el sistema de protección de Derechos Humanos en Europa, la activación de las fronteras interiores (xenofobia, islamofobia, racismo), la suspensión del principio de movilidad interior (Schengen), la alteración de los principios fundadores de la UE (acogida, refugio, solidaridad)...

Todo esto nos lleva a plantearnos varias preguntas que orientan este nº monográfico:

• ¿Qué implicaciones tiene para el proyecto europeo las medidas adoptadas para la gestión de la llegada y del reparto de la población refugiada en la UE? ¿Cuáles son los cambios en el modelo de movilidad interna y externa en la UE? ¿Cómo caracterizar el proceso de cambio de valores culturales europeos ante el que nos encontramos? ¿Cuáles son · las continuidades o discontinuidades con los proyectos europeos del pasado (Genocidios europeos, colonialismo, holocausto? ¿Y con el surgimiento de posiciones islamofóbicas tanto en la UE como en los países miembro de la UE? ¿Qué implicaciones tienen estas políticas desde una perspectiva de género? ¿Qué relación existe entre las políticas de seguridad y control de las fronteras con formas específicas de tanatopolitica (hacer y dejar morir)?

• ¿Cuáles son las consecuencias para las vidas de la población refugiada? ¿Y
europea? ¿Cuáles son las consecuencias morales y políticas vinculadas al
proyecto europeo emergente? ¿Ante qué modelos de gestión de la diversidad
europea nos encaminamos y cuáles son sus consecuencias para la convivencia?
¿Cuáles son los límites éticos en las políticas europeas en el tema de la
"protección" de fronteras?

• ¿Cuáles son las alternativas que se están construyendo desde la Sociedad Civil europea? ¿Podemos hablar de ciudadanos y ciudadanía europea en relación a la acogida y concesión de la protección internacional a las personas refugiadas? ¿Cuál es el papel que están desempeñando las ciudades europeas, las ciudades refugio? ¿Y las Comunidades Autónomas? ¿Qué significa este cambio en la actoría de la gestión de la acogida en la protección internacional? ¿Cómo se está canalizando la ciudadanía movilizada en torno a la acogida?

INVITACIÓN A PRESENTAR RESÚMENES

-Invitamos a participar a todas aquellas personas interesadas en esta temática desde la Sociedad civil y desde ámbitos académicos y políticos. Las personas que quieran participar deberán enviar un resumen/abstract de 300 palabras, y 5 palabras clave a las siguientes direcciones de correo electrónico: almudena.cortes@cps.ucm.es y
alforina@ucm.es. Los textos deberán estar escritos en castellano.

FECHAS RELEVANTES

-ENVÍO DE RESÚMENES: HASTA 15 DE ABRIL DE 2016.

-CONFIRMACIÓN DE ACEPTACIÓN: 30 DE ABRIL DE 2016.

-ENVÍO DE ARTÍCULOS A LOS/ AS COORDINADORES/AS: 30 DE JUNIO DE 2016.

Los articulas tendrán una extensión máxima de 6.500 palabras (aproximadamente entre 16/17 páginas), contando las posibles tablas, cuadros, gráficos y bibliografía. Se enviarán las normas de publicación a los autores cuyos trabajos sean aceptados.

-PUBLICACIÓN: 4º TRIMESTRE DE 2016.

domingo, 20 de marzo de 2016

Entrevista a Boaventura de Sousa Santos

Boaventura de Sousa Santos, Doctor en Sociologia del dret.

"Las fronteras más visibles son las de alambre, pero también están en nuestras cabezas"

Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, 1940) es catedrático de Sociología en la Universidad de Coímbra, pero su relevancia la ha ganado viajando por el mundo. Es uno de los referentes del altermundismo y un participante destacado del Foro Social Mundial. El sociólogo estuvo en Barcelona con motivo de la edición de este año de la muestra OVNI, centrada en la idea de la frontera como centro. Su propuesta de epistemologías del sur nos propone pensar más allá de esta frontera y reconocer otros conocimientos.

¿Piensa Europa desde una frontera?

En la modernidad occidental, desde el siglo XV, Europa se ha imaginado como un centro que tiene sus fronteras y es suficientemente fuerte para definirlas. Ha pasado todo este tiempo definiendo fronteras físicas, simbólicas, culturales, intelectuales, políticas… y algunas de esas son fronteras interiores, entre europeos. Es mucho más fácil movilizar ideas de Francia a España que de España a Francia, por ejemplo. En cuanto a las fronteras externas, con el mundo colonial, son fronteras que marcan que fuera hay una realidad totalmente distinta, salvaje, que no va a disfrutar de ninguna manera de los derechos humanos de la civilización occidental, a menos que se asimile y siga dependiente. Europa es una matriz de centros y periferias, y dentro de la misma Europa se crearon múltiples centros y periferias.

¿En un momento de crisis como el actual las fronteras se hacen más fuertes?

Las fronteras europeas se están moviendo y entrando en el Mediterráneo. Históricamente, Europa estaba tanto al norte como al sur del Mediterráneo, se construyó en toda la orilla –del sur vinieron los árabes a vivir en España durante siete siglos– y la frontera estaría más abajo. En el momento actual el Mediterráneo es una frontera muy violenta, de sangre y muerte, que está cada vez más cerca de Europa, sacrificando a miles de personas y creando obligaciones desiguales para países como Grecia o Italia en relación a otros. Se crea una dinámica de frontera entre por ejemplo Alemania y Grecia en que Alemania puede imponer a Grecia un determinado tratamiento de los refugiados como si fuera un protectorado. Después de la deuda, los refugiados. Y además las fronteras están entrando, y esta línea que divide la parte "civilizada" y la parte "salvaje" de esta civilización occidental está entrando dentro de nuestras sociedades.

¿Cómo entra la frontera en nuestras sociedades?

Con el colonialismo, el racismo, la islamofobia en nuestras ciudades estamos viendo que esa frontera entre lo que es Europa y lo que no lo es se está estrechando cada vez más, porque está fracturando los conceptos homogéneos que Europa creó. El concepto de ciudadanía, por ejemplo. Cuando son ciudadanos belgas o franceses los que cometen actos de violencia terrorista como los recientes en París, es un síntoma. Para que haya ciudadanos que opten por una violencia armada contra su propio país es que algo ha pasado. Pueden decir que es la influencia del Estado Islámico, y esto puede ser una causa próxima, pero la causa más profunda está en como se están organizando nuestras ciudades; como son rechazados en el empleo los que tienen orígenes que se dicen no europeos, porque el color de la piel todavía vale mucho en Europa; las escuelas, los guetos, los suburbios, la violencia policial. En definitiva está en esta idea de las fronteras imaginarias, que son legales, policiales, culturales, educativas, y están en nuestras cabezas y en nuestras calles. Las fronteras de alambre son las más visibles, pero también están en nuestras cabezas, las menos visibles. En las nuestras y en las de los policías o lo gobernantes, que ven siempre dos realidades, una que se trata como nuestra y hay que proteger y otra que hay que rechazar y deportar. Es la herencia colonial, la colonialidad del poder y del saber en Europa.

¿Cómo se ha construido este saber que desarrolla las fronteras?


Nace en el siglo XVII por el mecanismo de transferir a un tipo de conocimiento el monopolio de la validez y del rigor, que es la ciencia moderna. Otros conocimientos eurocéntricos, como la filosofía y la teología, se quedaron fuera, por no hablar de conocimientos de otras culturas, algunas de las cuales han influenciado bastante lo que llamamos cultura occidental. Las universidades más antiguas no son europeas, son la de Fez en Marruecos, las de Alexandría o Al-azar en Egipto, o la de Tombuctú en lo que hoy es Mali. Ese conocimiento científico siempre ha sido bastante monocultural, y se puso al lado de los estados cuando decidieron crear sus propias universidades. Esas universidades, no solo en Europa, van a servir a partir del siglo XIX para crear proyectos de país, pero estos proyectos son altamente excluyentes.

¿Cómo excluye?

Europa ha sido siempre una mezcla, pero todo desaparece a partir de mediados del siglo XIX por la idea que la cultura europea viene de la antigüedad griega, como si los griegos lo hubieran inventado todo, como si no tuvieran muchas influencias de Alexandría o de Persia, por ejemplo. Lo que llegó a las universidades fue el conocimiento de los vencedores. Para mí, que desarrollo el concepto de las epistemologías del sur, también es conocimiento el nacido en la lucha, que puede ser vencido. Siempre hay opresores y oprimidos, y la universidad obviamente refleja esta realidad desigual, pero tenemos que trabajar por decolonizar el conocimiento.

¿Decolonizar el conocimiento?

Todos los conocimientos que tenemos, las visiones de la historia, son coloniales. En España se enseña que hubo una reconquista. Antes estaban los visigodos, luego vinieron durante siglos los árabes, y si habla de reconquistar como si esas tierras fueran nuestras antes, y no lo fueron. Todas nuestras historias son escritas de manera eurocéntrica, siempre contra un enemigo. Todo el conocimiento es no solo capitalista, sino también colonial y muchas veces también patriarcal. Hay que deconstruir eso, hay que despensar.

¿Y cómo se puede abrir la universidad a lo que pasa alrededor?

Siempre me ha molestado un concepto muy presente en nuestras universidades que es el de extensión. Yo entiendo la extensión al revés, no es llevar la universidad hacia fuera sino traer lo que está fuera a dentro. Hoy en varias partes del mundo tenemos ejemplos de conocimientos indígenas, de personas de sabiduría, de carpinteros navales, que dan clases. Por ejemplo la medicina tradicional que es riquísima en la Amazonia y ahora se empieza a enseñar dentro de las universidades, que hasta ahora lo rechazaban. La universidad tiene que hacer lo que llamo una ecología de saberes. No se trata de rechazar la ciencia, que es necesaria e importante. Si quiero ir a la Luna necesito ciencia, pero si quiero conocer las plantas de la Amazonia necesito conocimiento indígena. Conocimientos distintos para distintos objetivos. La ciencia tiene que entrar en conversación con otros saberes, y esto se hace fuera y dentro de la universidad. Por eso en 2013 propuse en Foro Social Mundial crear la universidad popular de los movimientos sociales.

¿En qué consiste esta universidad de los movimientos sociales?

Organizamos talleres por todo el mundo en los que durante dos días nos reunimos en sistema de residencia permanente un tercio de intelectuales progresistas, activistas, y dos tercios de diferentes movimientos. Es importante que sean movimientos diversos, trabajando diferentes saberes de una manera horizontal. Ahora algunas universidades convencionales, sobre todo de América Latina, quieren crear convenios con nosotros.

¿A qué se debe este interés?

La universidad pasa por una crisis de legitimidad enorme, sobre todo porque las élites económicas y políticas han desertado de la universidad pública. Los hijos de las clases altas de Barcelona o de Madrid ya no estudian en las universidades públicas de España, están en Estados Unidos o Inglaterra, algunos desde pequeños. Y como ya no confían en las universidades públicas ha habido una crisis de inversión en la universidad en muchos países. La universidad tiene que rehacer sus alianzas, pero debe hacerlo con las clases populares, y con una sociedad organizada como la hay en Barcelona creo que la universidad debe formar parte de una red de conocimiento. Para eso debe entender que hay otros conocimientos muy valiosos para construir una alternativa. Hay muchas alternativas en la sociedad, pero no las vemos porque estamos acostumbrados al pensamiento eurocéntrico científico.

¿En ocasiones se usa la ciencia como dogma?

La propuesta epistemológica que domina todavía hoy es el llamado positivismo, en qué lo que vale no solamente es la ciencia sino un determinado tipo de ciencia, la ciencia positivista. Eso es un dogma porque afirma una verdad más allá de lo que puede afirmar. Cualquier científico sabe que no tenemos la verdad, lo que es propio de la ciencia es la búsqueda de la verdad.

¿A que se debe la pérdida de confianza de las élites en la universidad pública?

El proyecto de país era un proyecto capitalista, en el sentido de que el capitalismo estaba organizado por países. Eran élites nacionales para un capitalismo nacional. Aunque el capitalismo era globalizado desde el siglo XV, desde los años 80 con el neoliberalismo eso se derrumbó y el capitalismo ya no quiere élites nacionales, sino élites globales con filiales nacionales. Aquí tienes todas las business school y MBAs, que se pueden haber formado aquí, pero son franquicias de cursos que vienen del MIT o de Harvard. El capitalismo financiero quiere una lógica global, y por eso la universidad está en suspenso. Ahora veremos si la universidad quiere mirar arriba –aunque no encontrará nada– o abajo. Va a ser muy difícil porque la gente de abajo está muy resentida. Durante mucho tiempo la universidad ha sido muy arrogante hacia la sociedad, con los no universitarios, los obreros, las clases populares, y todavía lo es hoy. Hablas con algunos catedráticos y, como decía Pasolini, están mirando los horarios de los trenes que pasaban hace diez años.

En este contexto cabe preguntarse cuál es el papel del intelectual. Es crítico con la idea de vanguardia.

La ciencia –y lo digo como científico social– es uno de los conocimientos pero no el único. En coherencia con mi epistemología no puedo reivindicar un conocimiento que me permita decir que yo soy la vanguardia porque tengo más conocimiento. Mi conocimiento tiene valor pero tiene que articularse con los indígenas de América Latina o los campesinos de África. No puedo ser una vanguardia intelectual, sería deshonesto. A lo mejor soy un intelectual de retaguardia, mi papel es trabajar con los movimientos, ayudar a los que están a punto de desistir intentando facilitar las articulaciones entre movimientos. No podemos quedarnos con las diferentes luchas como si cada una sola tuviera la solución para el mundo. Tenemos que estar unidos, con respeto a la diferencia, porque se acabó esa idea de un mando central, pero con liderazgos creados desde abajo y desde la confluencia. Por eso el otro concepto fundamental de mi trabajo es la traducción intercultural entre movimientos.

¿Hay que construir el pensamiento más a partir de las prácticas que de las ideas?

Todas las prácticas sociales producen conocimiento. En tu casa, con tu familia, se produce conocimiento cada día, en la calle con los amigos, en los bares, … Luego hay una teorización, que se hace también en los movimientos sociales. Gramsci hablaba de los intelectuales orgánicos, que usa una cosa mucha más rica, el hecho de que estás con movimientos sociales o con ciudadanos en general y ves como tienen concepciones de la vida, de donde va esta sociedad, cuál sería la solución… Vamos pensando y actuando y siempre será así.

Es portugués, viene de un país con una importante historia colonial. ¿Cómo es moverse por el mundo con esta bagaje?

Hay quien piensa que alguien que viene de Europa es por naturaleza y por esencia eurocéntrico y colonizador. Yo sé que tengo una responsabilidad histórica, pero no una responsabilidad personal, porque he trabajado en el movimiento anticolonial en Portugal. Nuestras ideas no son identitarias. Todas las identidades son identificaciones, procesos sociales. Es cierto que cuando estoy en América Latina o en África cualquier lengua que hablo es una lengua colonial: portugués, español o inglés. Siempre soy consciente que si estoy hablando con indígenas su lengua nacional es otra. Pero por ejemplo hace unas semanas estaba en A Coruña y hablé en portugués. Fue la primera vez en mi vida que hablaba el portugués como una lengua decolonizadora, porque en Galicia, para la gente con la que estaba discutiendo el portugués lo era en relación al español. Por una relación social esa lengua colonizadora resultó decolonizadora en ese momento. El colonialismo y las lenguas a veces son como muñecas rusas.

¿Por qué?

Por ejemplo, el catalán es una lengua que ha sufrido un colonialismo, digamos, de Madrid, pero estás aquí con migrantes senegaleses y de otros que hablan del catalán como reproductor del colonialismo europeo. Si dices a los migrantes que no hablen español, que hablen catalán, es sustituir un colonialismo por otro. Intentas decolonizar pero estás recolonizando sin saberlo. Quizás para los senegaleses lo interesante sería que los catalanes aprendieran un poco de las lenguas de Senegal para poder trabajar con ellos en sus propias lenguas.

viernes, 18 de marzo de 2016

La Fundación FOESSA convoca dos concursos de investigación

fundacion foessa
La Fundacion FOESSA convoca dos concursos de investigación.

a) III Concurso de Investigación Social: una cita a la que podrán concurrir obras de investigación inéditas que versen sobre algunas de las temáticas incluidas en los tres ejes fundamentales que sintetizan las líneas de investigación de la Fundación: Estructura social y desigualdad, Agentes y actores sociales y la Dimensión internacional del desarrollo. Este Concurso – cuyo plazo de admisión de candidaturas termina el 1 de Junio de 2016 – está abierto a personas mayores de edad de cualquier nacionalidad o procedencia que sean autores y titulares de todos los derechos de autor inherentes al proyecto que presentan.
Obras inéditas y originales: Según se establece en las Bases de la convocatoria, a la misma podrá optar cualquier obra inédita, no presentada simultáneamente en ningún otro concurso ni editada en ninguna modalidad. El autor o autores de la obra garantizarán mediante declaración firmada la autoría y originalidad de la obra presentada, así como que no es copia ni modificación de ninguna otra, ajena ni propia. Asimismo, las obras presentadas deberán estar siempre escritas en idioma castellano y que no correspondan a autores fallecidos con anterioridad al anuncio de esta convocatoria. Cada autor solo podrá participar con una obra.
Edición de la obra ganadora: El jurado del Concurso, que estará compuesto por expertos de reconocido prestigio en el ámbito de las ciencias sociales, seleccionará la obra ganadora, que será editada en la Colección de Estudios de la Fundación FOESSA. Cáritas Española será la responsable de dicha edición.

b) I Concurso de Proyecto de investigación: Los proyectos deberán ser realizadas con rigor y claridad expositiva. Tendrán carácter de proyecto de investigación tanto cualitativo como cuantitativo, bien en base a datos primarios, secundarios o ambos. Los proyectos de investigación deberán versar sobre las temáticas incluidas en los cuatro ejes fundamentales que sintetizan las líneas de investigación de la Fundación FOESSA: Estructura social y desigualdad; Agentes y actores sociales; Dimensión internacional del desarrollo y procesos globales; y Metáforas que generan modelo social.
Premio: El Premio consistirá en una dotación económica de 12.000€ con el objeto de desarrollar total o parcialmente el proyecto, hasta convertirlo en un informe de investigación. Las condiciones de realización, pago y justificación serán acordadas y firmadas en contrato aparte entre la/las personas galardonadas y la Fundación FOESSA.

martes, 15 de marzo de 2016

Subjetividad y materialidad del cuidado: ética, trabajo y proyecto político




Papeles del CEIC. International Journal on Collective Identity Research acaba de publicar su último número en http://www.ehu.eus/ojs/index.php/papelesCEIC.

Tabla de contenidos

Editorial

Pascale Molinier, Matxalen Legarreta
presentación

Artículos de investigación. Monográficos

Sara Moreno-Colom, Carolina Recio Cáceres, Vicent Borràs Català, Teresa Torns Martín
papel 145
Paloma Moré Corral
papel 146
Mira Younes, Pascale Molinier
papel 147
Natacha Borgeaud-Garciandía
papel 148
Laura Marzi, Patricia Paperman
papel 149
Rosario Aguirre Cuns, Sol Scavino Solari
papel 150
Marina Sagastizabal, Matxalen Legarreta
papel 151
Amaia Agirre
papel 152

Artículos de investigación

Javier Luis Cristiano
papel 153
Ana Inés Mallimaci Barral
papel 154

Revisión Crítica

 
Marchetti, Sabrina (2014). Black Girls: Migrant Domestic Workers and Colonial Legacies. Boston: Brill
Julie Marieth Aguirre
revisión 36
 
González, María José y Jurado Guerrero, Teresa (2015). Padres y madres corresponsables. Una utopía real. Madrid: Los libros de Catarata
Dornaku Lanz Solbes
revisión 37
 
Carmen A. Crespo Ordóñez
revisión 38
 
Mignolo, Walter D. (2015). Habitar la frontera. Sentir y pensar la descolonialidad (antología, 1999-2004). Barcelona: CIDOB y UACI
Ivana Belén Ruiz Estramil
revisión 39

Crítica audiovisual

 
El AMOR y su forzosa inclinación
Oihana Garro Larrañaga
audiovisual 4
 
Loreak. Un film de Jon Garañano y José Mari Goenaga (2015)
Aintzane Rincón Díez
audiovisual 5

domingo, 13 de marzo de 2016

Urban Audit


A finales de los 90, se inicia el proyecto europeo Urban Audit, con el fin de recopilar información estadística que permita comparar la calidad de vida de las principales ciudades europeas. Desde entonces se ha venido desarrollando en diversas fases o ciclos de recogida de datos de aproximadamente 3 años cada uno. El proyecto es auspiciado por la Dirección General de Política Regional y Urbana de la Comisión Europea (DG Regio) en colaboración con Eurostat y actualmente se encuentra en su sexto ciclo de recogida. 
La recopilación de la información corresponde fundamentalmente a los institutos nacionales de estadística de los estados miembros que se implican en el proyecto. En la actualidad se recoge información sobre más de 900 ciudades de la UE (109 españolas) para las cuales contiene 187 variables y 63 indicadores. Para los ámbitos supramunicipal o submunicipal se recogen solo una parte de esos indicadores.

Para acceder a los datos del conjunto de Europa, aquí (City Statistics) y aquí (Statistical Atlas).
Para consultar los datos referidos a las ciudades españolas, aquí (INE - Indicadores urbanos).

Un artículo interesante para introducirnos en el proyecto Urban Audit: 
Ana M.ª López García, Coro Chasco Yrigoyen, Mónica Navarrete Álvarez, Auditoría urbana: indicadores y tipología de las ciudades europeas. Información Comercial Española, nº 48, 2009. 

El diario El País (2/03/2016) se hacía eco de los datos relativos a la riqueza de las ciudades españolas.


miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Hacia una plutocracia global?

Interesante artículo de Antonio Ariño en la Revista Española de Sociologia, vol. 25, n. 1, 2016.


Puede leerse aquí.

Y aquí, el resto de articulos.