viernes, 14 de octubre de 2016

Quienes defienden la legalización de la prostitución no se han enterado de nada

Kajsa Ekis Ekman: Quienes defienden la legalización de la prostitución no se han enterado de nada

Kajsa Ekis Ekman es una periodista y activista sueca autora de diferentes trabajos sobre la crisis financiera y los derechos de los mujeres. Crítica con el capitalismo, trabaja actualmente para el periódico Dagens Nyheter. Recientemente ha publicado el libro Being and being bought, que ya ha sido traducido al francés L’être et la merchandise. Kajsa espera que su obra aparezca el próximo año en España. Ha vuelto a Barcelona, donde vivió durante dos años, para participar en las jornadas Radicalment feministes, organizadas por Xarxa feminista y celebradas en el campus de la Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra entre el 3 y el 5 de junio.

¿Cómo le explicarías la prostitución a un extraterrestre?
¿A un extraterrestre? Entonces tampoco sabría qué es el capitalismo, ni tampoco el patriarcado. Porque la prostitución se encuentra justo ahí, en la intersección entre dos sistemas de opresión que son el capitalismo y el patriarcado. En el capitalismo el pobre existe para enriquecer y satisfacer al rico. Y según el patriarcado, la mujer existe para satisfacer al hombre. Ahí está la prostitución.
En la prostitución hay dos personas: una que quiere tener sexo y otra que no quiere. La que quiere paga a una persona que no quiere.

En alguno de tus escritos defiendes que la prostitución es incompatible con el Estado democrático.
La pregunta sería ¿es que el patriarcado sería compatible con un Estado democrático? ¿Es que el capitalismo es compatible con un estado democrático? Son preguntas más bien abstractas.
Pero yo diría que la prostitución supone una violación de los derechos humanos. Porque sabemos por las estadísticas que es la forma de vida más brutal y más mortal que puede tener una mujer.
Las mujeres que viven en la prostitución tienen una tasa de mortalidad cuarenta veces más alta que la de las mujeres que están fuera de la prostitución. De hecho, un estudio publicado en Canadá concluía que para una mujer era mucho menos peligroso vivir sin techo o caer en la drogadicción que entrar en la prostitución. Y eso no cambia con la legalización porque vemos que desde 1999, cuando Suecia introdujo la ley contra la compra de sexo, no ha muerto ni una sola mujer en la prostitución a manos de un cliente o de un proxeneta, mientras que en Alemania, en este mismo período, han muerto setenta mujeres por esta causa. No podemos seguir manteniendo este modelo de prostitución y fingir que estamos defendiendo las vidas y la salud de las mujeres.

Y sin embargo hay muchos movimientos progresistas que defienden la legalización de la prostitución…
Es que no entienden nada. Yo pienso que muchos se creen tolerantes, se creen abiertos y utilizan la prostitución como un adorno para demostrar que son muy progresistas. Lo ven como algo moderno.
Pero si realmente sabes lo que es la prostitución, conoces ese mundo, ves las consecuencias que tiene, entonces no puedes dormir bien por las noches estando en favor de la prostitución.
Lo que realmente me ha sorprendido siempre de ese discurso pro trabajo sexual es que nunca hablan del hombre, nunca hablan del cliente. Es como si no existiera. Sólo hablan de la trabajadora sexual, pero ¿qué es lo que hace en su trabajo? Y el papel del cliente se olvida.
Eso es precisamente lo bueno del modelo sueco. Que se focaliza justamente en la demanda, en lo que hace el hombre. Tú no tienes derecho a comprar sexo. Justamente, la lógica de la ley es que la prostitución no es compatible con la igualdad entre hombre y mujer. Hay una visión más amplia. No se trata solo de considerar a la prostituta como una víctima, sino de mostrar que aquello que hace quien compra sexo afecta a todas y a todos los miembros de una sociedad. A su mujer, a su hija, a las relaciones entre hombre y mujer en toda la sociedad.

Sin embargo vemos a menudo campañas en favor de la legalización de la prostitución. Incluso para muchos medios de comunicación, sus anuncios constituyen una de sus formas de financiación.
Si. Por suerte en Suecia ya no tenemos ese problema. No puedes publicar un anuncio, eso sería proxenetismo, y el diario y sus responsable sería juzgado e incluso encarcelado por proxeneta, porque estás viviendo de la venta del cuerpo de una mujer.

Y volviendo al tema de la venta del cuerpo de una mujer tenemos el tema de la maternidad subrogada….

Es un poco lo mismo y lo opuesto a la vez. Es la vieja idea de la puta y la virgen. Ahí tenemos lo que es la prostitución y los vientres de alquiler. Son dos cosas que se han convertido en industrias mundiales.
En mi opinión la prostitución y los vientres de alquiler son lo mismo, solo que en este último caso no sólo se vende una mujer, también se vende un niño. La madre recibe el dinero en el momento en que entrega a su niño. Si eso no es trata de niños, no sé que debe serlo.
Volvemos un poco a la perversión de convertir estos temas en algo progresista. Hemos hablado de la prostitución, pero cuando hablamos de vientres de alquiler hablamos también del derecho de padres homosexuales a poder tener un hijo.
El capitalismo no es tonto. Sobrevive porque se adapta y siempre es capaz de crear nuevas campañas de publicidad. En este caso es lo que ha hecho a partir de los años sesenta y setenta; se ha apoderado del discurso progresista. Y ahora está utilizándolo para defender temas como la prostitución o la esclavitud. Ya no dicen que es algo natural o biológico. Ya no hablan de las prostitutas, como lo hacían en los tiempos de las colonias respecto a las personas nacidas en ellas, como seres inferiores. Han cambiado el lenguaje, lo han adaptado.
Pero la industria de la prostitución no ha cambiado. Quienes compran son los mismos. Todo funciona de la misma manera que hace cien años. Existe esclavitud dentro de la prostitución, es lo que antes se llamaba trata de blancas y ahora simplemente trata. Pero es lo mismo.

¿Cómo se corta este círculo? ¿Cómo se puede conseguir que la gente deje de recurrir a la prostitución? Y por otro lado ¿Cómo conseguir que las mujeres que ejercen la prostitución puedan abandonarla?
Hay lugares, como Inglaterra, que no tienen la ley sueca, pero si descubren a alguien que compra sexo, le hacen ir a un curso de sensibilización que le ayude a entender lo que hace. Pero esto no funciona. Luego sigue haciendo lo mismo.
En Suecia solo recibe una multa, pero eso ya es algo, porque ese hombre, que es un ciudadano, que tiene una familia y un buen empleo, entiende que lo que tiene es un problema con la policía. Es la manera de hacerle entender que aquello que ha hecho no está bien.
No es la multa en sí, que viene a ser parecida a una sanción de tráfico, es el hecho de recibir una carta en casa y que su mujer, o su hija, pregunten qué es eso. Es hacerle enfrentar a las consecuencias de sus propios actos. Y ahí es donde la cosa realmente cambia.
Tampoco se trata de hacer como en los Estados Unidos y de poner fotografías en los diarios, no se busca un escarnio público, pero sí que los actos realizados tengan alguna consecuencia.

Y sobre cómo ayudar a alguien a poder salir, porque estamos hablando de mafias y, desgraciadamente en este país, también hay una cierta connivencia social…
Hablamos de diferentes grupos y depende mucho de la causa por la cual una persona entra en la prostitución. En Suecia tenemos muchas prostitutas que son inmigrantes, que han sido traídas por las mafias. Aquí estamos hablando de una operación grande. Estamos hablando también de pobreza, de no tener papeles, de no tener educación, de no hablar el idioma… Estamos hablando de recursos económicos.
Cuando hablamos de muchas suecas que ejercen la prostitución, e imagino que debe de ser parecido aquí, no siempre son las causas económicas las más importantes. A menudo nos encontramos con traumas, como haber sido violada durante la infancia, o no tener casa…
Hablamos de otros factores. Yo creo que cada caso es individual, pero debe haber centros de acogida, como los que tenemos ya en Suecia, en los que puedas encontrar todo lo que necesites para poder salir: ginecólogo, educación, ayuda para encontrar trabajo, porque ¿qué vas a hacer si has estado treinta años ejerciendo la prostitución y quieres otra cosa? ¿Qué haces cuando te piden tu currículum? Ahí es donde es necesario que esté alguien capaz de ayudarte.
Es necesario un apoyo público y a nivel estatal. En muchos lugares este apoyo lo realizan grupos cristianos. Eso es un poco problemático, aunque hagan un buen trabajo, porque detrás está muchas veces el gancho de tener que creer en Dios. Esta salida debería de ser posible para todos, con independencia de sus creencias.


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